[Análisis] Heavy Rain

En su ps3 habitual

Creo que tengo un problema con los denominados por parte del público y de la industria “juegos adultos”. Sera que yo juego para divertirme con la mentalidad de disfrutar como cuando era un crio (con once o doce años, es lo que se es, un crio). O sera que la forma “adulta y hardcore” de juego no va conmigo. Posible moraleja, que soy un casual.  Y ojala me mantenga así muchos años.

Heavy Rain es otro juego de estos que buscan un realismo extremo a costa de una jugabilidad lamentable. Lejos de buscar un punto realmente fuerte por el que podamos recordar este juego, desde Quantic Dream, decidieron apostar por un método conservador, o tal vez cavernícola, para explotar todas las “virtudes” que Heavy Rain promete. Cientos de finales y posibles variables jugables según nuestras decisiones y acciones. Casi todo ello basado en los mismos pilares que dieron fama a una saga mucho más simpática, mucho menos seria, y mucho más entrañable como fue Dragon’s Lair.

Epic, dramatic, profunda imagen

Lejos de querer hacer una comparación injusta con el juego protagonizado por Dirk, que es mas directo, una autentica montaña rusa de principio a fin, y que pese a sus años tiene también más de un camino disponible para salvar a la princesa…  quiero destacar la importancia del ritmo de un juego que tiene ingredientes similares. Con una propuesta como la ofrecida en la historia del asesino del origami, lo peor que puedes hacerle al jugador, es que se aburra. Y yo, caso particular, como jugador me he aburrido por bastantes momentos con este juego.

La historia del asesino del Origami a mi me ha funcionado únicamente en base a las putadas que sufría el protagonista. Y como protagonista, me refiero a Ethan Mars. Y creo que es importante resaltarlo ya que este juego funciona cual novela rio, ofreciendo distintos puntos de vista que irremediablemente se acabaran uniendo. Por desgracia, las situaciones escogidas y la brevedad de los “capítulos”, pueden provocar que el distanciamiento sea algo constante con los personajes y que no exista vínculo alguno. Como resultado, a mi el juego me ha sentado como una película interactiva elevada a su máxima expresión de unos desconocidos con los que no he sentido ni una pizca de simpatía (Dirk Wins).

¿Que haces, blanco?

Dentro del apartado jugable, nosotros solo podremos mover al personaje pulsando el botón R2, cuya orden es la de tirar hacia delante. Con el Stick izquierdo, dirigiremos como podamos a ese ser ambulante que manejaremos. Y en ocasiones, por el escenario, encontraremos objetos con los que interactuar, previa señalización de una flecha que deberemos seguir con el stick derecho. Para todo lo demás, QTE. Dios, deberían prohibirlos o regular su uso a partir de ahora.

Siendo los QTE la base sobre la que los personajes nos obedecerán en las cuestiones importantes, los tendremos de varios tipos. Unos de pulsar rápidamente, el típico machacabotones de toda la vida. Otros de pulsarlo en un segundo o dos. Otros de mover el stick derecho lentamente. Y unos muy curiosos en los que debes pulsar varios botones a la vez. Llamando poderosamente la atención que en alguna situación no sabes cómo colocar los dedos para seguir el patrón indicado en la pantalla. Con estas indicaciones, ya podéis pasaros el juego.

La inclusión de los QTE o señalizaciones para interactuar (yo es que me parto con la interacción) es automático según el video que corresponda (típica escena de acción, pulsa el botón señalado o te estampas), o fijo si es algo que aparece tras mover al personaje por el escenario. Por eso durante las escenas de acción, te puedes sentir implicado en la situación (el orgullo de querer hacerlo bien en mi caso). Pero fuera de las escenas tensas… madre mía. Abrir una ventana. Abrir la nevera. Mirar la hora. Seguro que todo eso también influye en los múltiples finales que tiene el juego. Pero no tengo ningún interés en comprobarlos todos.

La historia en si no es mala. Solo lenta y aburrida al inicio. Y desgraciadamente, por mucho que le pese a David Cage, a mi me parece completamente diluida por una dirección muy dudosa, y una dinámica de juego digna de una colección por fascículos llamada “aprende a jugar”, donde te indican claramente que es lo que tienes que hacer, y que es lo que tienes que pensar o decidir en cada momento. Por ahí se puede salvar, por el mero hecho de que cada jugador puede realizar las acciones en su propio orden, hacer las preguntas según su propia prioridad, y como consecuencia tener una historia difícilmente idéntica a la de cualquier otro jugador.

Sobre la maestría que he leído en algún que otro sitio de la historia, bueno, opiniones hay para todos los gustos. Yo prefiero la teoría de Steven Spielberg , que dice que hay que impactar al espectador en los primeros cinco o diez minutos de película para despertar su interés, si no, estás perdido. Aquí no le hicieron caso y el inicio para mí ha sido aburridísimo. Y aunque va claramente de menos a más, no deja de ser solo un poquito superior a la media. Además, se pasan el realismo por el forro de los cojones cuando les conviene, gafas de sol futuristas cuya tecnología es superior a cualquier Pc de hoy en día, y una superioridad física natural de los seres humanos de esa región, pues por lo visto la hipotermia no les afecta.

El dilema de mi vida, ¿conducir sin poner el limpia parabrisas?

Este apartado no deja de ser otra muestra mas de distanciamiento con el jugador. Somos espectadores, y a no ser que alguien que lo haya jugado pueda confirmarme que en una de sus millones de variables puedes deducir tu mismo quien es el asesino a medio juego, directamente lo califico como manipulador y tramposo (que no es el primero, ni el ultimo). Y sin participación ni razonamiento por parte del jugador (a.k.a. espectador). Y recalco que eso en absoluto tiene que ser siempre negativo. En Seven (es un ejemplo, ni de coña lo comparemos por favor), descubrimos al asesino únicamente porque él quiere, y no dejamos de ser durante todo el visionado meros espectadores cuya participación es nula.

El apartado sonoro, como suele pasar con los juegos que no terminan de encandilarme, ha sido objeto de análisis por mi parte. No un estudio concienzudo, pero si objeto de reflexión al no entusiasmarme otros apartados. Y el doblaje, bueno, bastante bien la verdad. Mejorable en algunas voces y situaciones, pero no sangran los oídos. En cambio, la banda sonora, simplemente me ha parecido fabulosa. Normand Corbeil representa que es su compositor. Tendré que creérmelo, eso dice IMDB. Pero viendo sus trabajos anteriores cuesta de creer que haya podido parir una bso de ese calibre (he sido un poco cruel, de su filmografía he visto bien poquito).

A estas alturas os costara creerme si os digo que el juego me ha distraído lo suficiente como para no odiar el día en el que lo compre de segunda mano. Ha tenido momentos muy interesantes, aunque en mi opinión podría dar para muchísimo más. Pero aun así, tiene elementos lo suficientemente interesantes como para poder plantearse su experiencia. La rejugabilidad desde luego debe tenerla, pues al acabarte el juego te salen diferentes escenas del juego, y yo no hice ninguna de ellas de la misma manera que se veía.

Por lo tanto la recomendación del juego viniendo de mi es relativa. Me ha gustado un poquitín más que el L.A. Noire (para muchos, será una prueba inequívoca de mi dudoso gusto). Más que nada porque aquí más o menos sabía que podría encontrarme. La historia es algo muy personal de cada uno, pero tras un inicio un poco flojo creo que da para distraerte mínimamente. Técnicamente excelente. Jugablemente mediocre. Es algo tan subjetivo que mejor que lo alquiléis, que es más bien corto, y si os gusta, ahora no está muy caro. En caso de duda, siempre está el  Portal 2, que cualquier Pc puede moverlo.