MAME, la máquina recreativa en casa

Acrónimo de Multiple Arcade Machine Emulator, MAME es un emulador de máquinas recreativas que permite al jugador llevarse a casa lo que nos parecía impensable hace años. Echando monedas en bares o salones recreativos de nuestras respectivas ciudades, veíamos atónitos, abducidos por el colorido que aparecía en la pantalla de un gran módulo negro, un par de palancas joysticks para dos jugadores y de cuatro a seis botones a cada lado, como el deseo se apoderaba de nosotros y desbordaba la mente de un niño.

Seguro que si sois de mi época (año más año menos), en la más entrañable infancia, deseábamos vivir y morir rodeados por cada una de esas máquinas y sus juegos (siempre bajo la premisa de un viciado). Nada más importaba, era nuestro fetiche, la estimulación más fuerte antes de despertar apetitos sexuales, querer ser eternamente niño sin que nos expulsaran del paraíso más cautivante, inocente y sobrecogedor.

 

Años después, ese enfermizo capricho de querer poseer para nosotros aquellas máquinas, volvió a despertar de su letargo gracias a Nicola Salmoria que, cual genio de la lámpara, hizo realidad nuestro deseo cuando creó MAME en 1997. Con la fusión de los emuladores que había creado bajo una misma arquitectura, y con el uso de un driver específico en cada componente del hardware, pudo relacionar la información de cada máquina, consiguiendo la emulación de éstas y hacer del sueño una realidad. El objetivo que perseguía Salmoria era únicamente el poder preservar los videojuegos que iban a desaparecer, contribuyendo a que la historia del videojuego se mantuviera bien viva y no pasara al olvido.  Eso es algo realmente maravilloso para un jugador y para este mundillo. Pero también apreciamos, además de alimentar nuestra nostalgia, el poder disfrutar de lo que no pudimos disfrutar, y el poder tener lo que no pudimos tener.

La realidad es la siguiente, pudimos llegar a tener Master System o NES,  Mega Drive (Genesis) o Super Nintendo (los suertudos ambas), y unos pocos privilegiados quizá pudieron tener la consola “Ferrari” que llegó a ser la Neo Geo (esta última incluso tuvo el lujo de poseer un número considerable de juegos de recreativa en su catálogo), potente y cara; pero un alto porcentaje de los juegos aparecidos en máquinas recreativa era una suntuosa exclusividad. Si hay algo insalvable en esto, es que la cantidad de juegos en recreativa que existían, eran un número imposible de satisfacer, sobre todo por el poco dinero que puede aguantar el bolsillo de un niño.

Es increíble como llegan a cambiar las cosas. En su momento parecía impensable, pero la emulación ha permitido hacer realidad ese imposible de imaginar en su día. Ahora podemos tener esos juegos que eran inalcanzables como si metiéramos la mano en una cesta de caramelos y nos lleváramos un buen puñado. Tan fácil de conseguir, que resulta paradójico que llegásemos a derrochar tanto dinero en esa época. Incluso llega a perder cierto encanto porque, para mí, el ciclo de gozo de un videojuego empieza desde la adquisición: pagar con el esfuerzo de un ahorro estoico; abrir el precinto, que nos llegue el olor involuntario del plástico con fragancia a nuevo; ver el disco inmaculado y apiadarnos de él por futuras ralladas; empezar a jugar, y poseer nuestra pieza de coleccionista, tangible y física.

 

Con MAME y cualquier emulador, se perderá ese dulce hechizo, desde luego, incluso por el encanto de la experiencia en una cabina de After Burner, pero no se perderá toda la magia ni las ganas de aplaudir esta iniciativa que, por lo que parece, quedará inmortalizada también para las máquinas actuales en un futuro algo lejano. Las piezas de museo se conservarán, y las seguiremos mirando con los ojos iluminados cuando se presenten en ciertos eventos, pero me niego a que queden sepultados así. Me conformo con gozar de un circonio del videojuego aunque no sea el diamante auténtico. Porque en este caso, o es tener algo o es quedarse sin nada, viviendo ignorantes a todo lo que nos fascina del videojuego.

Lo cierto es que tenemos la ocasión de poseer en nuestras manos todo el esplendor de la que todavía es considerada la época dorada del videojuego. Poder jugar, desde los mejores “beat’m up” a los arcades más divertidos e inigualables, donde se dieron a conocer las compañías más importantes de la actualidad, y con razón. Todo un lujo que seguramente muchos de los que leáis esto ya conoceréis, e incluso tendréis desde hace tiempo en vuestro ordenador (u otros aparatos). Pero no está de más mencionarlo para los rezagados que lo desconocen, porque al fin y al cabo, nosotros también lo supimos un día, y hasta ese momento habíamos desconocido su existencia. Es una carta de menú donde se saborea la exquisitez del mejor arcade, y es un fragmento importante de la historia del videojuego que merece y debe seguir palpitando.

Y como si recurriéramos a una biblioteca para saber más de un tema de historia, todo está a nuestro alcance, porque esto es historia del videojuego. Nicola Salmoria, junto a sus compañeros y su creación MAME, no persiguen ningún tipo de ánimo de lucro. MAME es gratuito y está prohibida su comercialización, el código fuente se exhibe para todos y lo podemos descargar sin ningún problema. Incluso retan y animan a que los usuarios puedan aportar su grano de arena adaptando algún juego para el emulador.

 

No obstante, se presenta el punto de controversia. Y yo, francamente, me he quedado muy sorprendido y a la vez desorientado. Ya que os quería dedicar esta entrada, no estaba de más informarme para inspirarme, enfocar el escrito y sacarle partido a todo el contexto, y la verdad es que me he topado con el tema legal de los emuladores. Yo, tan inocente, y que siempre había pensado que MAME no hacía ningún mal (ni creo que lo haga), resulta que existe, todavía, una compleja batalla de ley, legal o ilegal, derechos y “copyrights” que para el usuario no obtiene una respuesta clara por no decir ninguna. Es decir, podemos encontrar una correcta y comprensible explicación del tema, pero no sabemos qué podemos tocar y lo que no, porque no hay una referencia.

Con MAME, uno no sabe donde empieza el bien y donde acaba el mal, y viceversa. Cuando estamos dentro de la ley y cuando no. Cabría preguntarse entes de nada, ¿es legal la emulación? Sí que lo es, es completamente legal. Pero vamos por partes. No os voy a hablar de temas técnicos que ni yo entiendo y no quiero aburriros. El emulador instalado en nuestro ordenador, como su palabra indica, imita el hardware, es decir, la máquina. El problema empieza con las ROMS, lo que serían los juegos, un tema sensible donde se ponen en marcha todos los mecanismos y engranajes de licencias sobre los juegos. Es algo así como tener un MP3, se vende en cualquier sitio, pero la música ya depende de cada uno como la consigue.

 

Dentro de ese marco de ley, se expone que se permite tener una ROM siempre y cuando poseamos el título original en nuestro estante, con lo cual se considera a la ROM como una especie de copia de seguridad del juego en propiedad. Y a veces esto sin duda es absurdo, sobre todo porque el P2P sigue siendo lícito, y se entra en un terreno de “copyrights” de funcionamiento tan despiadado como la SGAE. En estos casos resulta irritante que un juego o juegos que ya ni se desarrollan ni se comercializan, y son imposibles de conseguir, no permitan que puedan ser llevados a la emulación. Se puede entender que esto sea así en juegos y sistemas más recientes, donde aún permanecen vivos ciertos juegos. Delicados son los temas como el emulador de Dremcast, PS2, Game Cube o XBOX, pues aún parecen estar demasiado grabados en la retina de la gente. No hace falta decir que es demasiado pronto para ellas y ahí sí que se sobrepasa la ilegalidad en muchos casos, porque todavía se consideran que pueden ser o son comercializados.

Pero hablando de juegos moribundos y olvidados, ser tan estricto es ciertamente enervante. Nintendo y Sega, con sus emuladores legales, aún guardan mucho recelo sobre este tema, incluso con sus respectivas consolas más arcaicas (NES, Game Boy, Super Nintendo; Master System, Mega Drive, Game Gear), donde no dudan en tirar de temas legales por derechos de autor. Tal vez MAME sea el sistema más flexible en este aspecto porque toca el mundo de las recreativas que, excepto para coleccionistas, ya no se crean ni se comercializan (refiriéndose a las añejas), y se entiende que sea algo más permisiva para que el usuario disfrute de ello. Aunque se conocen casos de juegos de más de 20 años de antigüedad que legalmente aún no son permitidos para la emulación

 

Lo que yo sé, es que he tenido dos PSX, que junto a Shinji Mikami me quejo de los bochornosos componentes baratos que utilizó Sony con su Psone, haciendo que se me estropeara. Los mismo me pasó con la PS2, la cual una murió y la otra está agónica. Lo mismo me ocurrió con Xbox 360 y su lamentable lector de disco, y supongo que otros os sumaréis a esa queja con temas de anillos de muerte y luces amarillas. Lo que está claro es que las máquinas difícilmente duran para siempre. Que no hay nada de malo y deberían permitir que lo que ya no se comercializa permanezca inmortalizado de alguna manera. Creo que esos juegos lo merecen. Que nosotros lo merecemos.

MAME ha vencido muchos obstáculos, desde la dificultad de acceder a la placas base para conseguir las ROMs, a sobrepasar los cifrados contra la piratería. Siempre ha querido actuar de forma correcta sin querer ir al margen de la ley y tocar los juegos con cierta antigüedad para los que ya han pasado los años. Muchas de las ROMs de MAME son completamente legales ya que sus creadores han liberado sus juegos para que no haya problemas burocráticos. En otros casos, debido a peticiones y quizá alguna compra de derechos, se ha conseguido que otros títulos se sumaran a la lista de juegos permitidos para este emulador, siempre con el consentimiento pertinente de la compañía que corresponda. Hay casos en los que se ha visto más complejidad con ciertos juegos, debido a  que algunas compañías ya no existen y se desconoce donde van a parar los derechos y a quien corresponden.

 

Como se puede ver, todo es un embrollo, y MAME ha intentado actuar siempre de forma correcta, y lo ha hecho. Pero el dilema se presenta cuando el código fuente está al alcance de todos, donde cualquier usuario puede adaptar cualquier título (siempre que sea de MAME por supuesto), y dejando al resto de usuarios dubitativo de si es legal o no cuando aparece por la red. Por lo que he podido ver, es que paseándome por la página oficial del emulador, sólo ofrecen una veintena de jugos de principios de los 80, cuando actualmente, podemos disponer de más de 5000 juegos para este emulador, o sea que es raro.

Sin embargo, sólo hay que recurrir a “Saint” Google y escribir “mame roms” para que nos aparezca en pantalla un gran número de páginas que ofrecen el emulador (teóricamente con el consentimiento de los creadores) y con “packs” comprimidos que incluyen estos miles de juegos. Por lo que pueden darnos a entender, es que son completamente legales y liberados para el sistema, porque si en primera plana y de forma tan descarada nos aparece de este modo, significa que está permitido. Cuesta creer que no se hayan tomado medidas cuando está a la vista de todos si no fuera legal (aunque también ocurre con emuladores de otras palataformas). Yo he intentado buscar durante más de una hora si en algún sitio aparece reflejado qué juegos pueden ser jugados de forma reglamentaria en MAME. Llamadlo una lista negra o una lista NOC del videojuego, pero no he podido encontrar nada de nada. Así que sólo puedo pensar en que todos los juegos (esos 5000 o más) que ofrecen en docenas de páginas están permitidos para MAME.

 

Ya que he intentado obtener información y he recibido las respuestas más vagas sin profundidad de detalle, yo os recomiendo que sigáis el consejo de Homer Simpson que, con su inocente estupidez a veces sabia, una vez dijo “si no lo veo no es ilegal”. Y que conste que he buscado para intentar informaros del tema y no he hallado respuesta clara que me confirme qué está bien y qué está mal. Todos hacen oídos sordos y se omite cualquier tipo de lista o análisis, incluso he llegado a leer “no preguntes y disfruta”. Así que, si aún no lo tenéis, corred a haceros con él antes de que decidan eliminarlo. Porque con temas de DLC y estas tonterías tan deleznables de esta generación, temo que aún sean capaces de eliminar estas pequeñas maravillas para sacar tajada de ello. Y no os preocupéis, no seréis corsarios de la infame piratería del ciberespacio.

Muchas compañías, además de Sony, Sega y Nintendo, como ya he mencionado, guardan mucho recelo sobre este tema, y todavía es un debate que se mantiene en pie. Pero por otro lado, infinidad de desarrolladores apoyan estas iniciativas para que la vieja escuela, la historia, y la que es todavía considerada la época dorada del videojuego, siga viva en nosotros y que sea conocimiento para los nuevos jugadores. El mejor arcade que se pudo vivir y las diversiones más gratificantes.

 

Quizá he hablado con demasiado tesón sobre el asunto. Pero no puedo hablar de 5000 juegos en el mismo lugar, además, esta entrada de MAME puede resumirse en pocas palabras: “diversión garantizada”. Al menos os aclaro un poco el tema legal para que no hayan “remordimientos”. Yo os recomiendo a los que todavía no lo tenéis, que hagáis con esta joya que, al fin y al cabo, es un manual jugable de historia viva del videojuego que no se puede menospreciar así como así. Una colección que llena de gozo. No hay nada mejor que satisfacer la añoranza, tener un medio al que recurrir si todo lo demás falla, o si lo que tenemos no es lo que anhelamos en ese momento. Cada mes entran nuevos juegos en la lista, y cada cierto tiempo se actualizan las versiones de MAME para hacer compatibles algunos títulos antiguos que no funcionaban bien.

Aquí tenéis algunos de los juegos de aquella lejana era con los que podéis disfrutar gracias a este magnífico emulador.